viernes, 18 de abril de 2014

Sapiens lectores

Los tres días que tardé en leer Cien años de soledad los recuerdo como una duermevela de mucho calor y lluvia. Pienso en Macondo y veo un mundo amarillo, muy familiar como el recuerdo de unas vacaciones de verano de la infancia. Tuve la suerte de que un libro suyo cayera en mis manos y luego otro y otro. Sí, fui afortunada. Vi fotos de él en vida y pensé: Ahí está el genio. Le admiro en vida... ¿Y?

Es una característica propia de muchos sapiens necesitar decirles al resto constantemente: "¡EY! que yo me he dado cuenta de algo que ustedes no han visto".
Esto es lo que ha pasado en las redes sociales a raíz de la muerte del Maestro García Márquez. Por un lado, millones de personas sienten un pesar profundamente humano, por la pérdida de uno de los grandes de la literatura universal, pero por el otro, saltan estos sapiens inconformistas que demuestran su pesar, censurando a los que sin haberle leído nunca o a los que ayer se dieron cuenta de que existía ese ser excepcional , sintieron su muerte o cómo compartieron estados de Facebook o Twitter lamentándose. Y yo vi esto y miré al cielo y dije: ay, Gabriel, ¡no han entendido nada!

Porque lo que entiende este grupo de sapiens snobs es que los libros que han leído se miden en cuantías capitalistas con las que pisotear a los demás. Lo que entiende este grupo de sapiens venidos a más es que la cultura es un club exclusivo de socios al que sólo entra quien haya tenido la oportunidad en este mundo donde la cultura es clasista de acceder a más libros. Y el mensaje que envía este grupo de sapiens perniciosos es que ya los jóvenes que desde ayer decidieron acercarse al mundo amarillo de Macondo ya no llegan a tiempo. Pues yo les digo ¡SE EQUIVOCAN! Todos llegamos un poco tarde a incorporarnos a la cultura, desde la generación siguiente a las representaciones rupestres de la cueva de Altamira y una vida no nos va a dar para acercarnos a la milésima parte de este legado de la Humanidad. Son ustedes unos snobs elitistas y no les quiero en los altos cargos políticos que gestionan el acceso a la Cultura.

Yo celebro, con toda mi alma, que desde hoy haya más gente que conozca a Gabriel García Márquez, que se acerque a su obra, y que los jóvenes ayer en vez de compartir un selfie de Cristiano Ronaldo compartan D.E.P. Gabriel García Marquez. ME ENCANTA. Todos no accedemos al mismo tiempo a la cultura, todos no lo hacemos de la misma manera. Aún nos queda por saber mucho de gente que hoy no sabemos que existe. Qué maravilla.
Por último me gustaría recordarles, por si la ida de olla ya es total, que nadie tiene el monopolio del dolor por la pérdida de una persona del mundo y que cada uno lo manifiesta como quiere, le haya leído o no.

Seguramente García Márquez tenía un jardinero que no le había leído nunca, por el elitismo del acceso a la cultura y hoy está llorando más que el Coronel, que desde hoy ya sí no tiene quien le escriba.
Un abrazo, Gabriel. Te seguiré leyendo y mis hijos y mis nietos, ojalá, también.

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